Desvelando el significado del mito
Prometeo (Gr.) – El Logos griego; el que, aportando a la tierra el fuego divino (la
inteligencia y la conciencia), dotó a los hombres de razón y entendimiento. Prometeo es el tipo
helénico de nuestros Kumâras o Egos, aquellos que, encarnándose en hombres, hicieron de
ellos dioses latentes en lugar de animales. Los dioses (o Elohim) se oponían a que los hombres
llegaran a ser “como uno de nosotros” (Génesis, III, 22) y conociesen “el bien y el mal”. Por
esta razón vemos en todas las leyendas religiosas que estos dioses castigan al hombre por su
afán de saber. Como expresa el mito griego, por haber robado del cielo el fuego que aportó a
los hombres, Prometeo fué encadenado por orden de Zeus a una roca de los montes
Caucásicos.
[El mito del titán Prometeo tiene su origen en la India, y en la antigüedad era el
más grande y misterioso por su significado. La alegoría del fuego de Prometeo es otra versión
de la rebelión de Lucifer, que fué precipitado al “abismo sin fondo” (nuestra Tierra) para
vivir como hombre. Ocioso es decir que la Iglesia ha hecho de él el Ángel caído. Prometeo es
un símbolo y una personificación de toda la humanidad en relación con un suceso que
ocurrió durante su niñez, o sea al “Bautismo por el Fuego”, lo cual es un misterio dentro del
gran Misterio prometeico (Doctr. Secr., III, 331). –"El titán en cuestión, dador del Fuego y de
la Luz, representa aquella clase de Devas o dioses creadores, Agnichvâttas, Kumâras y otros
divinos, “Hijos de la Llama de la Sabiduría”, salvadores de la humanidad, que tanto
trabajaron en lo relativo al hombre puramente espiritual. (Id., II, 99). Prometeo roba el Fuego
divino para permitir que los hombres procedan de un modo consciente en la senda de la
evolución espiritual transformando así el más perfecto de los animales de la tierra en un dios
potencial y haciéndole libre de “tomar por la violencia el reino de los cielos”. De ahí la
maldición que Zeus (Júpiter) lanzó contra el rebelde titán. Encadenado a una roca, Zeus lo
castigó enviándole un buitre que sin cesar le iba devorando las entrañas (alegoría de los apetitos y concupiscencias), hasta que Hércules, al fin, le libró de tan cruel suplicio. Es un dios
filántropo y gran bienhechor de la humanidad, a la cual elevó hasta la civilización y a la que
inició en el conocimiento de todas las artes; es el aspecto divino del Manas que tiende hacia
el Buddhi y se funde con él. (Id., II, 438). Es también el Pramantha personificado, y tiene su
prototipo en el divino personaje Mâtarizvan, estrechamente asociado con Agni, el dios del
fuego de los Vedas. (Id., II, 431)– El nombre Prometeo significa: “que ve el porvenir”,
“previsor”. – Véase: Mâtarizvan, Pramantha, etc.].
Mâtarizvan (Mâtarishvâ) (Sánsc.) – Un ser aéreo representado en el Rig–veda aportando de
lo alto o produciendo fuego (agni) para los Bhrigus, que son designados con el nombre de
“Consumidores”, y son descritos por los orientalistas como “una clase de seres míticos
pertenecientes a la clase media o aérea de dioses”. En Ocultismo, los Bhrigus son simplemente
las “Salamandras” de los rosacruces y cabalistas. [Mâtarizvan: divino personaje estrechamente
asociado con Agni, dios del fuego de los Vedas. (Doctr. Secr., II, 431 ). – Literalmente: “el que
duerme en el espacio”. Este término se aplica al Prâna, en el sentido de que desempeña las
funciones de registrar los actos de los hombres. (Râma Prasâd). Algunos autores suponen que
es el viento en general, y en el Diccionario de Burnouf se dice que es el nombre del jefe de los
cuarenta y ocho Maruts que rodean el carro de Indra. – Véase: Prometeo].
Pramantha (Sánsc.) – Un accesorio para producir el fuego sagrado mediante la frotación.
Los palos utilizados por los brahmines para encender fuego por medio de la fricción. [Uno de
los dos aranî. (Véase esta palabra)].
Aranî (Sánsc) – El “Aranî femenino” es un nombre del Aditi védico (esotéricamente “la matriz
del mundo”). El Aranî es un swastika, disco de madera con un hueco central, en el que los
brahmines producen fuego por medio de la fricción con el pramantha, un palo, símbolo del
macho generador. Es una ceremonia mística de vastísima significación oculta y muy sagrada,
que el grosero materialismo de nuestro siglo ha corrompido dándole significado fálico